Te decidiste por una franquicia. ¿Cuál es la apuesta? A ganador. Este es un modelo de negocio en que inviertes dinero para formar tu negocio propio, pero con el respaldo de una marca consolidada.
Comprar una franquicia es una inversión que tiene bajo riesgo financiero, lo que te lleva a crecer con seguridad, realizando una gestión operacional de manera eficaz, por el conocimiento y recorrido empresarial que pone a disposición una marca consolidada.
Si bien invertir en una franquicia no asegura el éxito, sabemos que lo que asegura las buenas prácticas es el trabajo, la combinación entre la experiencia de una marca posicionada con el esfuerzo y las ganas de querer expandir un negocio rentable.
Hay algunas recomendaciones para quienes busquen adquirir una franquicia:
Escuchar las señales
La relación entre franquiciador y franquiciado debe ser coherente con los valores, misión y visión que tienen ambos del negocio.
Una franquicia rentable se logra al replicar lo que la compañía viene haciendo hace un tiempo, rescata las fortalezas y oportunidades que tiene la empresa para expandirse.
En las grandes franquicias, trabajar con el cliente en el centro como foco hace que el negocio desde su origen declare en su “core business” de qué trata el servicio que ofrece y que su razón de ser es el consumidor.
Considerar las actividades principales o de gran valor para toda la organización le da una ventaja competitiva frente a otras empresas en el mismo rubro.
Es necesario validar qué funciona bien y qué debe replantearse en el modelo de negocio. Siempre es bueno hacer un análisis de las debilidades y amenazas y ver si el plan de gestión responde a lo que busca el cliente.
Antes de adquirir una franquicia, responde si cumples con el perfil:
El franquiciado debe estar dispuesto a seguir las reglas del vínculo que se establece con la franquicia. El contrato establece acuerdos en común, sobre la metodología de trabajo, directrices determinadas, y una administración de la empresa considerando lo que ya se ha hecho como marca experimentada.
Las franquicias exigen trabajar en equipo con un líder que acompaña a toda la red en el manejo de la gestión, apoyando continuamente a quienes son parte de la cadena del negocio. El perfil de un franquiciado es aquel persona que conoce la materia, el rubro, y que se va a asociar a la franquicia para gestionar el negocio usando su marca.
Quien adquiere una franquicia tiene el deseo de gestionar su propio negocio con visión empresarial. Tiene constancia y disciplina, capacidad de gestión, buenas relaciones personales, los recursos económicos para tener la solvencia para mantener el proyecto empresarial con cierta holgura.
Conocer la franquicia
Si bien la mayoría de las franquicias son marcas reconocidas a nivel global, se recomienda hacer un estudio antes de adquirir una.
Hay empresas que ofrecen asesorías que hacen inteligencia de mercado y pueden hacer una completa investigación sobre cómo se lleva tal negocio, recursos humanos y económicos, gestión operacional y factibilidad financiera. También se puede hacer proyecciones del tiempo estimado para llegar al punto de equilibrio y localización analizando a la competencia.
Siempre es necesario conocer a quiénes componen la firma, saber otras experiencias de otros franquiciados, entrevistarse con los líderes de los equipos y con personas que integran la compañía. Siempre con el propósito de contar con la mayor cantidad de información y todos los elementos sobre la mesa para tomar la mejor decisión.
Estipular un contrato con todos los acuerdos
El contrato entre el franquiciador y quien adquiere una franquicia, debe ser redactado con todos los puntos claros. Debe declarar la cuota inicial de la inversión, considerar aspectos administrativos, financieros, éticos, de formación, asistencia técnica y desarrollo del negocio.
La franquicia como operación económica permite utilizar la patente, marca, lo que lo distingue como negocio, definición de producto o servicio de igual calidad al que se vende esa marca posicionada en el mundo.
El contrato que se celebra debe ser válido y vigente en el territorio donde su ubica, con las normas jurídicas de Derecho Civil y Comercial que lo rigen.
La franquicia puede ser una fórmula comercial de éxito probado, para ello la relación contractual debe estipular la conveniencia de ambas partes.
Conciliar confianza y comunicación
Firmar por una franquicia tiene altas probabilidades de cumplir con las expectativas de un negocio propio, como emprendedor o inversionista. Alinearse a la marca con su sistema de funcionamiento es una relación vinculante entre la confianza y la comunicación. Confianza en lo ya conocido, experiencia, know how y una comunicación efectiva entre el franquiciado y franquiciante para cuidar todos los aspectos contractuales y expectativas del negocio bajo el alero de una empresa consolidada. Estos son determinantes para obtener buenos resultados en los sistemas de franquicias.
El franquiciador debe garantizar la calidad, mantener altos estándares de servicio, imagen y proyecciones de mercado para la solvencia del negocio. En tanto, el franquiciante debe conocer las características de lo que vende, fijar precios acordes al mercado y realizar acciones que permitan saber qué servicios necesitan los clientes.