Si compraste una franquicia y ya no quieres o no puedes seguir en el negocio, existen distintas formas de desvincularse como franquiciado. En el siguiente blog, te contamos cómo.
En Chile, ocho de cada diez emprendimientos fracasa a menos de un año de haberse iniciado. Por lo tanto, las pymes deben buscar nuevas alternativas para seguir creciendo, razón por la cual las franquicias han surgido como una importante alternativa de negocio. Comprar un franquicia permite aprovechar el posicionamiento de una marca consolidada. A simple vista, basta con replicar un modelo que operativamente ya funcionó y demostró ser eficiente.
Decidirse por terminar el contrato de una franquicia, no necesariamente está vinculado al haber fracasado con el modelo de negocio. Por ejemplo, puede suceder que hayas tenido una franquicia 30 años y tus hijos no quieren hacerse cargo de ella. ¿Qué puedes hacer con tus activos?
Como te contamos en el blog “5 tips para comprar una franquicia”, esta modalidad de negocio cede el derecho a utilizar una marca, durante un tiempo y lugar determinados. Pero, ¿qué pasa si quieres renunciar a la franquicia? ¿Cuáles son las salidas que tienes?
Respira tranquilo, porque haber comprado una franquicia no quiere decir que debas estar atado a ella para siempre. Es muy importante que antes de firmar el contrato, revises muy bien bajo qué condiciones puedes dar por finalizado el acuerdo y cuáles serán las consecuencias. Estas son tus alternativas:
Analiza el contrato para encontrar las limitaciones y penalizaciones que la franquicia impone para “negar” la venta. Algunos franquiciantes no ponen multas con la condición de recibir una comisión de la venta, cuyo porcentaje suele estar entre el 10 y el 30%.
Asimismo, te sugerimos revisar el contrato de arriendo del local, si lo hubiere. Puede que existan cláusulas que se interpongan en la operación. Por ejemplo, si el acuerdo es por un tiempo determinado es probable que se exija el cumplimiento del pago por el plazo estimado.
Por último, tienes que hacer la valoración del negocio. La primera forma de hacerlo es la estática, consiste en fijar el precio de venta según lo que ha costado levantar el negocio. La otra forma es la dinámica, que toma el valor del beneficio que ha reportado el negocio en un año y lo multiplica por los años en los que el comprador piensa retornar su inversión.
También está la opción de vender tu franquicia –con todos los activos que la componen– a otro franquiciado que quiera operar tu marca o territorio.
Muchas veces la propia marca prefiere buscar un comprador de la franquicia, ya que perder un local no sólo interrumpe el negocio, sino que también da una mala imagen.
A la empresa no le interesa cerrar establecimientos y esto es algo que puede jugar a favor del franquiciado para presionar.
Si “devuelves” el local, podrán solucionar los problemas que se presentaron en tu camino. Estos se pueden haber ocasionado, por ejemplo, por no haber entrenado correctamente al personal de tu local para entregar el valor agregado que diferencia a la marca.
El término unilateral de un acuerdo de franquicia, por lo general ocurre cuando el negocio no funciona como ambas partes lo esperaban y empiezan a generarse pérdidas importantes.
En este caso, lo más negativo como franquiciado es que probablemente no recuperarás la inversión inicial. Asimismo, el franquiciante puede reclamar una penalización por hacer la resolución anticipada del contrato de franquicia. Para evitarlo, te recomendamos acudir a un intermediario (por ejemplo, la Cámara de Comercio de Santiago) antes de optar por la vía legal.
Este arbitraje puede facilitar la resolución de un contrato de la forma más beneficiosa para ambas partes y de manera más rápida que en tribunales.
Antes de firmar un contrato de franquicia, fíjate muy bien en las formas de disolver este acuerdo. A pesar de que todo franquiciado quiere que su negocio despegue y alcance el éxito, diversos factores pueden no jugar de su lado.
Ante esto, es mejor tener claro cuáles son las salidas y las facilidades que tiene para evitar grandes pérdidas.